
Soy católica, prácticamente además, pero hay una cosa con la que no estoy de acuerdo con la iglesia. Y es la no aceptación a los homosexuales.
Debe ser muy duro para una persona abrirse y contar su orientación sexual y que sea juzgada. Estoy segura que cada uno de nosotros, hemos hecho algo en nuestra vida, bueno o malo y no nos gustaría que nos hubieran juzgado. Pues entendamos el dolor que tienen que pasar muchas personas que en pleno siglo XXI sigamos mirando mal a personas por ser distintas a lo que se supone que es el prototipo de persona correcto moralmente.
Muchos padres, no aceptan a sus hijos, no sé si por el que dirán, o porque directamente les repugna esa situación. Yo no soy madre, pero cuando escucho a mi madre o a mi abuela hablar del amor incondicional, creo que un padre que juzga a su hijo o hija por su orientación sexual se debería de haber pensado si ser padre o no.
Un consejito, aceptemos a cada uno como es, sin importar raza, orientación sexual, peso o altura, ya que cada ser humano vale más que eso. Puede ser una persona fantástica, pero por tus prejuicios, no poder conocerla. Aceptemos a todo el mundo